GALLETAS DE LECHE CONDENSADA

Hoy traigo estas ricas galletas, mi niño mayor dice que tienen un ligero sabor a tarta de queso, son muy facilitas y en un momento se preparan, pero antes de entrar en faena os voy a contar la historia de la leche condensada, sus inicios y esas cosas que tanto me gusta saber.

Su primera aparición se remonta al año 1852, cuando el norteamericano Gale Bordem regresaba de un viaje a Inglaterra,el hombre venía muy impresionado por la muerte de varios niños a causa de la ingesta de leche en mal estado. Bordem se inspiró en una cápsula de evaporación que había visto utilizar para condensar zumo y que era capaz de  reducir la leche sin quemarla ni cuajarla. Sus primeras dos fábricas no tuvieron éxito y sólo la tercera produjo un derivado de la leche duradero que no necesitaba refrigeración. Bordem obtuvo una patente de fabricación en 1856 fundando así la New York Condensed Milk Company en 1857.

Una de las claves de su éxito radicó en ciertos requisitos que le exigió a los granjeros que deseasen venderle su leche. Tendrían que ser muy estrictos con las medidas de higiene, deberían lavar las uvres de las vacas antes de ser ordeñadas, mantener el suelo de los establos limpios y escaldar y secar los coladores por la mañana y por la noche.

En 1858, la leche  de Bordem había ganado reputación por su durabilidad y precio. Se le atribuyó haber reducido considerablemente la tasa de mortalidad infantil en América del Norte. Pero no fue hasta el estallido de la Guerra Civil estadounidense y la posterior demanda de leche condensada de larga duración por el ejército de la Unión cuando el éxito fue finalmente asegurado.

El gobierno federal de los estados Unidos le pidió cantidades enormes como ración de campo durante la guerra. A finales de la década de 1860, la leche representaba una importante industria. En 1910 empieza a comercializarse la leche condensada La Lechera en España, producto que, en aquella época era único en su género.
                   INGREDIENTES
- 200 gramos de leche condensada
- 2 yemas de huevo
- 400 gramos de harina
- 200 gramos de mantequilla a temperatura  ambiente

                   ELABORACIÓN

- Mezclamos la mantequilla junto con el huevo.

- Añadimos la leche condensada y la harina tamizada.

- Amasamos y con pequeñas porciones, formamos las galletas.

- Precalentamos el horno a 180ºC y horneamos unos 8 minutos  a temperatura media, en mi caso no me puedo pasar de los 130 ºC porque se me tostarían muy rápido. Sabréis que una galleta está hecha cuando los bordes de la base empiece a dorarse.

- Dejamos enfriar.